¿Pasas horas mirándote al espejo, buscando pequeños defectos en alguna parte de tu cuerpo, como tu nariz o tu abdomen? ¿O te sientes avergonzado de tu cuerpo y dedicas gran parte de tu tiempo a intentar corregir esas imperfecciones?
Si bien es normal que las personas cuiden su apariencia física, hay una línea muy delgada entre una preocupación saludable, y una obsesión tóxica.
A grandes rasgos, si pasas más de 3 a 4 horas al día preocupado por cómo te ves, obsesionado con alguna parte de tu cuerpo, o haciendo actividades orientadas específicamente a “arreglar tus defectos” o a tapar imperfecciones, es posible que estés atravesando un trastorno dismórfico corporal.
Es fundamental que entiendas que, independientemente de lo que hagas con tu cuerpo, estas preocupaciones no se irán. Siempre aparecerá algún otro defecto por arreglar. Solo la terapia puede ayudarte a bajar la ansiedad y lograr la autoaceptación.
Si te has sentido identificado con esta información, es probable que necesites ayuda profesional. O si conoces a alguien que está pasando por esto, no dudes en mandarle este mensaje.
Bibliografía:
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5.ª ed.). American Psychiatric Association.
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